miércoles, 2 de abril de 2008

¿Existe aún la capacidad de asombro?

Descripción:
Un problema que a mi parecer es muy grave y que está sucediendo en la actualidad es que hemos perdido la capacidad de asombro como sociedad. Ya nada nos sorprende, todo es natural, las cosas pasa por nuestros ojos de una forma tan liviana, casi invisible que ni siquiera nos inmutamos cuando se nos cruzan por delante.
Es un problema que va abarcando más y más terreno y lamentablemente lo estamos traspasando a los niños, las personas quienes podrían tener más capacidad de asombro debido a que están recién descubriendo el mundo en el que viven.
La capacidad de asombro se puede llevar a las salas de clases, y que maravillosas son esas clases cuando los alumnos se sorprenden de lo que aprenden y donde son participativos, cuando tienen dudas y preguntan, cuando al contarles que cierta historia ficticia, y los niños son capaces de creerla y hacerse parte de ella.

Hipótesis:
Los niños están perdiendo su capacidad de asombro debido al bombardeo de tecnologías e información que está en constante juego y afecta el aprendizaje de los niños en las escuelas.

Verificación:
Para Maria Elena Romo, docente de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la pérdida de la capacidad de asombro es una “tristeza por el niño que no se asombra, por el niño precoz que a fuerza de tecnología ha sido "estirado" para convertirlo en un adulto, porque su vida está exigida para que vea sobre el hombro de los demás”. Esto es lo que pasa en las salas de clases.
¿Que ejemplo pueden tener los niños si los adultos no nos asombramos frente a ciertas cosas que jamás deberían de dejar de sorprendernos? Un ejemplo muy concreto y bastante reciente es la noticia del “Día del Joven Combatiente”. El Gobierno de Chile manifestó tranquilidad ante los incidentes ocurridos tal día, que estaban “satisfechos” por la disminución de incidentes ocurridos. Que es lo más grave, que esa noche murió un joven, y ¿alguien se sorprendió? ¿Para que nos sorprendamos tienen que morir 10 o 20 personas? Basta con que una sola persona muera, para que impacte, lamentablemente ya estamos lejos de sentir esto.
Si comparamos el mundo el que vivimos hoy, al que se vivía hace años atrás, las cosas han cambiado. Estamos insertos en un mundo tecnológico, donde siempre hay un computador conexión a Internet, que los niños saben manejar a la perfección, televisión no solo con canales nacionales, sino que con un sin fin de canales de distintos países, es decir, tenemos todo materialmente. Recibimos demasiada información, de diferentes lugares, personas, que a veces terminamos saturados, y ya nada nos importa. Al Parecer la capacidad que nosotros teníamos cuando éramos más pequeños se va reduciendo en las siguientes generaciones y está afectando a los niños de hoy en día.
Ahora es mucho más difícil llegar a un niño, si no lo sorprendemos no toman atención y no se interesa en el nuevo tema, porque es probable que ya tengo información acerca de el o porque no es significativo para él. Los niños lamentablemente están viviendo sin observar realmente lo que ocurre a su alrededor, van perdiendo lo que para muchos es condición esencial en el desarrollo del conocimiento... la capacidad de asombro.

Según el paradigma interpretativo, el investigador y el objeto de investigación interactúan y se influyen mutuamente. El sujeto que conoce y el objeto por conocer son inseparables.
En este caso, rescataré al autor Herbert Blumer quién plantea, específicamente en los fundamentos del interaccionismo simbólico que señalan que:
Los seres humanos actúan hacia los objetos en base a los significados que estos tienen para ellos. Los seres humanos actuamos hacia las cosas sobre la base de los significados que estas tengan para nosotros.
El significado surge en la interacción social. El significado que atribuimos a las cosas surge de la interacción social que uno tiene con sus semejantes.
Los significados se modifican a través de un constante proceso de interpretación. Precisamente los significados son manipulados y modificados a través del proceso de interpretación utilizado por la persona al relacionarse con las cosas que encuentra en el mundo que le rodea.
El asombro surge y se puede expandir de acuerdo a las experiencias que uno ha tenido en la vida. Cada uno le da un significado a lo que se aprende de acuerdo a lo que uno ha vivido. Cuando viene el asombro por algo que vemos, oímos, descubrimos, entre otras cosas, entonces luego de ese momento de asombro viene la instancia de pensar, de analizar, investigar sobre lo que nos produce asombro para conocerlo y hacerlo familiar y adecuarlo a las experiencias vividas. Pensamos en las causas, consecuencias, los por qué y otras interrogantes e incógnitas que deseamos sustituir por el valor verdadero, o sea, la verdad. Es lo que hay que rescatar en las salas de clases, la capacidad de asombro como una forma de llegar a los alumnos y que de esta forma sean capaces de reordenar lo que conocían de antes.

Reflexión:
Debemos rescatar el valor de la pregunta, no sólo como medio de comunicación cotidiana sino en el valor proyectivo del lenguaje como base del pensamiento del niño para su desarrollo integral. Debemos estar alerta a las preguntas para crear oportunidades de aprendizaje que le permitan encontrar respuestas como consecuencia de su pensamiento y de sus referentes contextuales de manera de rescatar los valores de la pregunta. Es decir, que debemos estimularlas para hacerlas reflexivas e hipotéticas para potenciar y proyectar la capacidad de asombro del niño o la niña de manera que tenga sentido de contexto y significado para su desarrollo. Neruda hablaba del "arte de preguntar".
Como profesores debemos potenciar esta forma de actuar tratando en lo posible de realizar cosas nuevas con los alumnos y que sean significativas para ellos. Trabajar en conjunto con los padres para que de esta forma se pueda manejar la cantidad de información que están recibiendo los niños de la televisión o de Internet y hablar con ellos, que hay cosas que no son cotidianas, y que hay que analizarlas y no dejarlas pasar.